Comenzaré por comentarles que mi aventura de ser maestro inicio como dijo José Esteve con cierto temor, ya que el enfrentarte a un grupo en realidad no es como nos lo hacen creer en la escuela, aunque contaba con las herramientas necesarias para hacerlo, siempre resulta un poco difícil.
La experiencia ha hecho que poco a poco mejore mi práctica, pero sobre todo mi manera de ver la docencia, si bien en un principio no me parecía atractiva, actualmente es algo que me llena de vitalidad al iniciar el día.
Aunque no todo en la vida es color de rosa porque existen dificultades, algunas veces con los alumnos por cuestiones de conducta, de actitudes que traen desde el hogar y otras veces nos ponen en aprietos a los docentes al buscar estrategias que logren cambiarlas. Otro problema también es la indiferencia por parte de los padres de familia con sus hijos, e incluso con el nivel, es complicado buscar la manera de que los adultos comprendan la importancia del preescolar.
Un malestar más grande es la falta de interés por parte de las autoridades educativas, cuando no se realizan las gestiones correspondientes, cuando dejan de lado la justicia para inclinar la balanza del lado de la preferencia, y sobre todo a que no aporten nada de provecho a sus compañeros.
Finalmente puedo decir que no hay mejor opción que seguir adelante, trabajando con gusto y sobre todo preparándonos para una sociedad en constante cambio, que como ya lo he mencionado, requiere de mejores profesionales de la educación, nuestra materia de trabajo son seres humanos, por lo tanto formarlos es algo que no debemos olvidar.
Hola Profra. Ana María: muy buen diseño y contenido. Felicidades.
ResponderEliminar